Pyongyang ha lanzado esta mañana un misil de largo alcance para poner en órbita un satélite, lo que ha generado de nuevo el miedo global ante su amenaza nuclear.
Golpear un país alejado requiere de varios pasos, que no sólo incluyen la posesión de una bomba nuclear sino el desarrollo de un proyectil de largo alcance fiable y la miniaturización de la ojiva para calzarlo en él.
Corea del Norte sólo ha mostrado evidencias de lo primero y las pruebas de sus cohetes de largo alcance ofrecen resultados dudosos.
Pyongyang consiguió colocar en el espacio un satélite en diciembre de 2012 en lo que supuso el mayor avance de su programa.
Pero ese proyectil Unha había encadenado antes tres fracasos sonados, alguno después de apenas varios segundos en el aire, lo que ofrece una fiabilidad muy baja.
David Wright, codirector de la Asociación de Científicos Preocupados y experto en materia nuclear, asegura que ni siquiera el hipotético éxito del lanzamiento de hoy mostraría que Corea del Norte haya conseguido ya un cohete de largo alcance fiable.
"Son sistemas tecnológicos tremendamente complicados y son necesarios muchos ensayos satisfactorios para tener la confianza de su seguridad", señala a Sputnik Nóvosti Wright, quien subraya que Corea del Norte posee los componentes por separado pero aún está lejos de hacerlos funcionar.
Los dos satélites puestos en órbita y la supuesta detonación de su primera bomba de hidrógeno en enero han estimulado el miedo a que Corea del Norte esté cercana a alcanzar sus metas.
Las informaciones en la prensa suelen acompañarse de gráficos, nombres abstrusos de misiles y órbitas que cruzan el globo para alcanzar puntos de Estados Unidos.
Pero la miniaturización o la tecnología de reentrada en la tierra tras alcanzar el espacio son muy complejas, recuerda Wright.
"Algunos expertos piensan que Corea del Norte puede haber reducido las cabezas nucleares hasta media o una tonelada, y eso me parece posible. Pero hacerla aún más pequeña supone un reto muy grande", señala.
Pyognyang podría, añade, haber desarrollado un vehículo con tecnología de reentrada que protegiera la ojiva del calor pero que "produciría grandes imprecisiones, probablemente de decenas de kilómetros".
Tampoco la detonación de la bomba en enero ha impresionado a los expertos independientes, quienes han mostrado dudas de que realmente fuera de hidrógeno por su escasa potencia y la dificultad de perfeccionar esa tecnología.
"Así que consigues más energía con la misma cantidad de plutonio. Corea del Norte podría haber probado esto, pero no está claro que funcionara porque la energía liberada era muy pequeña. Y aunque hubiera funcionado no significaría un avance significativo, aunque de que podría permitirles conseguir cabezas nucleares más pequeñas", señala.