Entre los doce miembros figuraban cinco mujeres encargadas de acostarse con las víctimas y filmar los encuentros con cámaras ocultas en los bolsos, según el diario Beijing Times.
La banda consiguió 2,5 millones de yuanes (casi 400.000 dólares) extorsionando a hombres de cuatro provincias (Hubei, Jiangsu, Zhejiang y Hunan).
La lista de los afectados no ha trascendido y sigue en manos del órgano anticorrupción del partido y de la policía, aunque se sabe que la mayoría de ellos son funcionarios locales.
El juicio, que se está celebrando a puerta cerrada en un tribunal de Hengyang (provincia de Hunan), revela un alto grado de sofisticación y especialización.
Algunos de los miembros estaban encargados de atraer a las víctimas, después las mujeres se acostaban con ellos y los últimos hacían copias en CD's y los enviaban por correo a los afectados.
Una docena de funcionarios ya han sido expulsados por los sucesos, sostiene la prensa.
Aquel suceso de 2013 acabó con la condena de 13 años de cárcel por corrupción de Lei y la destitución de una veintena de funcionarios de su ciudad.
Las seis personas que sacaron de Lei más de cinco millones de yuanes (casi 800.000 dólares) en chantajes recibieron penas de entre 18 meses y diez años de cárcel.
El Partido Comunista de China impone a sus miembros un estricto código ético, por lo que cuando éstos son chantajeados prefieren no denunciar el caso a las autoridades.