Anteriormente, el ministro de Transporte de Rusia, Maxim Sokolov, visitó las islas de Iturup y Kunashir en la provincia rusa de Sajalín, para inspeccionar su infraestructura.
"En cuanto a las visitas del titular de Transporte y de otros altos funcionarios de Rusia a los territorios septentrionales (así llama Japón las islas de Kunashir, Iturup, Shikotan y Habomai), contradice nuestra posición, ayer expresamos una protesta con motivo de la visita del ministro de Transporte del 7 de septiembre", declaró Kishida agregando que "Tokio sigue atentamente tales desplazamientos de la parte rusa".
El canciller ha vuelo a instar a Rusia a que mantenga una posición constructiva y ha señalado que las fechas de su visita a Moscú y de la del presidente ruso a Tokio todavía no están determinadas.
Anteriormente, la Cancillería nipona declaró a la embajada de Rusia en Tokio que el viaje del ministro de Transporte a las Kuriles "es inadmisible".
Tras la visita a Iturup en septiembre del ministro ruso de Agricultura, Alexandr Tkachov, la Cancillería japonesa entregó al embajador ruso, Evgueni Afanásiev, una nota de protesta que fue rechazada.
Rusia y Japón técnicamente continúan en guerra desde la Segunda Guerra Mundial, ya que ambos países nunca firmaron un acuerdo de paz.
Tokio condiciona su firma a la devolución de las cuatro islas del archipiélago de las Kuriles (Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai) basándose en el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que firmó con Rusia en 1855.
Moscú a su vez señala que estos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética tras la II Guerra Mundial en virtud de varios acuerdos internacionales y que Rusia asumió la soberanía de dichos territorios como sucesora legal de la URSS, por lo que se niega a revisarla.