"El padre ha sido sentenciado a cinco años de prisión y la madre a tres años", dice el fallo citado por la agencia Xinhua.
La misma sentencia obliga a los acusados a pagar una multa de 50.000 yuanes y ordena decomisarles los ingresos obtenidos por la venta ilegal.
Los dos jóvenes, de 24 años y que convivían sin contraer matrimonio desde 2010, tuvieron en enero a su tercer hijo.
El padre propuso vender al recién nacido por el temor de que su llegada complicara la situación económica de la familia.
Dos meses después, la pareja vendió al bebé a un vecino de su localidad con la ayuda de un médico.
El caso trascendió después de que el abuelo del pequeño avisara de estos hechos a la Policía.