Esto, luego de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Kirguistán enviara una nota de protesta a Washington por la decisión de galardonar a Azimzhan Askarov –disidente político Kirguís–.
"(El galardón) daña profundamente las relaciones bilaterales entre ambos países" y este tipo de actos "son inaceptables ya que contradicen la letra y el espíritu de los acuerdos de cooperación vigentes", denunció el gabinete.
El personal civil y militar estadounidense que se encuentra en Kirguistán tiene estatus diplomático, en virtud del acuerdo.
"La decisión de los tribunales (frente al caso Askarov), que se basó en una evidencia irrefutable, declara la culpabilidad en todas las instancias judiciales. El hecho de que se galardone a una persona declarada culpable de tales crímenes es motivo de sorpresa y profunda preocupación", indica el gabinete.
Añade que la decisión del Departamento de Estado "no cuaja con las relaciones tradicionalmente amistosas entre Kirguistán y EEUU" y puede perjudicar los esfuerzos del Gobierno por fortalecer la unidad y la paz en las relaciones interétnicas del país y también puede "amenazar la paz civil y la estabilidad de la sociedad".
Askarov, ciudadano Kirguís de etnia uzbeka, fue sentenciado a cadena perpetua por las autoridades kirguisas tras ser acusado de incitar al odio interétnico que desencadenó en una insurrección en 2010 contra las minorías uzbekas en Kirguistán, lo que resultó en 2.000 muertos y 80.000 uzbekos expulsados del país.
La Unión Europea y Estados Unidos expresaron su decepción con la decisión de los tribunales de Kirguistán, y señalaron que "parte de la evidencia presentada por el acusado no fue tomada en cuenta por la corte".
Añadieron que las autoridades del país no investigaron las "acusaciones de tortura contra Askarov".