El editorial les tilda en varias ocasiones de "radicales" y acusa de "crear deliberadamente conflictos entre el pueblo y el Gobierno".
"Es lamentable ver a algunos profesionales legales intentado obstruir el imperio de la ley. Si algún oficial público está involucrado en un caso, los abogados radicales aparecen para atizar la opinión pública", continúa.
Una cincuentena de abogados de derechos humanos han sido detenidos o interrogados en los últimos días en Pekín, Shanghái y Guangdong en lo que parece una campaña orquestada de presión al gremio, según Amnistía Internacional.
Ha sido especialmente afectado el célebre despacho pequinés Fengrui Law Firm, donde trabaja Wang Yu y otros destacados profesionales del sector.
Sus abogados han defendido casos recientes que han ocupado las portadas globales como los del profesor uigur Ilham Tohti o la asistente de un periódico alemán, Zhang Miao.
Los abogados están especializados en casos de libertad de expresión, derechos humanos y abusos de poder.
Otro célebre abogado detenido es Li Heping, quien representó al disidente ciego Chen Guangcheng antes de que escapara a Estados Unidos.
Más de un centenar de abogados firmaron una carta la semana pasada reclamando la libertad de Wang y muchos de ellos fueron detenidos en las horas posteriores.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha denunciado la campaña en un comunicado y urgido a Pekín a "liberar a todos los que han sido recientemente detenidos por buscar la protección de los derechos de los ciudadanos chinos".
La presión a los abogados llega después de que el presidente Xi Jinping prometiera reformas legales para reducir la corrupción en el sistema.
Las organizaciones de derechos humanos aseguran que la represión a cualquier forma de disidencia se ha multiplicado desde que Xi llegó al poder hace tres años.