El veto del parlamento supone una victoria para la oposición, que considera esa reforma como "falsa democracia" porque aprueba el filtrado de las candidaturas a través de un órgano afín a Pekín.
La votación, prevista en principio para mañana, ha contado con solo 37 de los diputados, ya que la mayor parte de los parlamentarios favorables a la medida ha abandonado la sala minutos antes con el fin de boicotear la votación.
De los presentes, 28 han votado en contra y ocho a favor, sin ninguna abstención.
Los diputados que votaron en contra de la medida desplegaron poco después de conocer los resultados una pancarta en la que exigían una democracia genuina, mientras un grupo de activistas en las afueras del Parlamento cantaba y aplaudía.
Los hongkoneses que apoyaban la reforma, agrupados también frente a la sede, han mantenido un minuto de silencio.
Una gran presencia policial desplegada ha impedido que se produjeran enfrentamientos entre los dos bandos.
"Este veto ha ayudado al pueblo de Hong Kong a enviar el mensaje claro a Pekín de que queremos unas elecciones reales", ha manifestado a la prensa el diputado Alan Leong, que votó en contra.
Pekín ha mostrado horas después su descontento: "este resultado es algo que no deseábamos ver", ha dicho el portavoz del Ministerio de Exteriores, Lu Kang.
El diario Global Times ha publicado esta mañana un editorial en el que alertaba de que "si los actos temerarios continuaban, el centro financiero podría descender en un verdadero caos".