"Debemos aprender la lección de los casos de corrupción y adherirnos estrictamente a las reglas y leyes del partido para llevar a cabo nuestros deberes y servir al público", dijo uno de los funcionarios visitantes durante el paseo carcelario.
Los funcionarios elegidos (más de 70) de la ciudad de Shiyan (provincia de Hubei) y sus esposas tuvieron la oportunidad de hablar con una quincena de antiguos oficiales y mandos del partido que cumplen condena por corrupción y abuso de poder.
"Es una imagen impactante ver a los antiguos oficiales mostrando un arrepentimiento tan hondo mientras cumplen condena", añadió el funcionario, según el diario China Daily.
La prensa ha publicado fotos de los oficiales encarcelados con sus uniformes de prisión departiendo con los visitantes, muchos de los cuales estuvieron en el pasado a sus órdenes.
La Comisión Central de Disciplina e Inspección, órgano que supervisa a los cuadros del partido, ha comunicado que tiene previsto extrapolar la experiencia a escala nacional.
El Partido Comunista de China intensificó la lucha contra la corrupción desde que Xi subiera al poder en 2012, cuando anunció que caerían tanto "moscas" como "tigres" en referencia a los funcionarios y altos cargos.
Más de un centenar de oficiales de nivel ministerial o provincial han sido investigados por corrupción desde entonces, según las cifras oficiales.
La mayor pieza cazada hasta el momento es Zhou Yongkang, el antiguo zar de seguridad, quien espera juicio por abuso de poder.
Analistas extranjeros sostienen que la lucha contra la corrupción es utilizada en numerosos casos como instrumento para depurar a los miembros de facciones contrarias del partido.
