"El acusado usó redes de información para enviar mensajes en Weibo –el Twitter chino- incitando al odio étnico", dice el comunicado, que le acusa de crear "consecuencias graves"
También "insultó a otros y perturbó el orden público", añade la Fiscalía.
Los cargos podrían comportarle una condena de hasta diez años a Pu, quien está detenido desde el pasado año.
Este abogado había criticado la política restrictiva de derechos humanos en Xinjiang (la provincia donde reside la minoría musulmana uigur) y a Zhou Yongkang, el entonces poderoso responsable de la seguridad nacional y hoy en espera de juicio por corrupción.
Pu ha representado entre otros al artista y disidente Ai Weiwei, a un ecologista tibetano o a una madre enviada a un campo de trabajo por exigir penas más duras a los violadores de su hija.
Su esposa, Meng Qun, desveló en una carta que Pu recibe un tratamiento muy duro en la detención, que se alarga ya más de un año.
"Fue interrogado diez horas cada día en los primeros tres meses y sufrió inhumanas torturas físicas y mentales", denunció Meng, que señala que su marido sufre diabetes, alta presión sanguínea y problemas de corazón.
Pu fue detenido tras atender un seminario sobre el 25 aniversario de los sucesos de la Plaza de Tiananmén.
Más de una cuarentena de abogados, periodistas, académicos y activistas fueron detenidos, según Amnistía Internacional (AI).
"¿La policía de Pekín quiere hacernos creer que Pu ha sido detenido por algo más que por ser un valiente abogado?", ha escrito en su cuenta de Twitter el director de AI en Asia, Nicholas Becquelin.
Los cargos llegan en la víspera de la visita a Pekín del secretario de Estado de EEUU, John Kerry.
China ya rechazó en el pasado la liberación de Pu que había exigido Washington.
