De acuerdo a la agencia afgana Pajvak, las explosiones se produjeron en la capital de la provincia de Nangarhar, Jalalabad.
Uno de los ataques se perpetró cerca de un banco y el otro, al lado del Departamento de Información y Cultura.
De acuerdo a fuentes gubernamentales, el estado de muchas víctimas de los atentados es crítico. Los médicos han hecho un llamamiento a la población local para que empiece a donar sangre.
La responsabilidad de los ataques en Jalalabad fue reivindicada por el grupo Estado Islámico.