Un tribunal de Pekín ha fallado que Gao, de 71 años, filtró a la prensa occidental una instrucción gubernamental interna conocida como Documento Número 9 que empujaba a los cuadros a luchar contra valores occidentales por considerar que ponían en peligro la supervivencia del partido.
Minjing Monthly, la revista hongkonesa a la que presumiblemente filtró el documento, ha negado los cargos en un comunicado y recordado que el documento ya circulaba por internet cuando lo publicó en agosto de 2013.
El Ministerio de Exteriores ha señalado que el caso se ha llevado conforme a la ley china.
La entrada al juicio de periodistas y diplomáticos extranjeros ha sido prohibida y un nutrido grupo policial ha formado un cordón desde primeras horas de la mañana frente al Tribunal Intermedio Número 3 de Pekín.
Las organizaciones de derechos humanos han denunciado en numerosas ocasiones que la vaguedad de la ley sobre revelación de secretos de Estado supone en la práctica una vía para encarcelar a críticos con el sistema.
El Código Penal chino prevé penas de hasta cadena perpetua por ese delito.
Gao se ha declarado inocente y sus abogados han anunciado que recurrirán la decisión.
La defensora de la libertad fue detenida en abril pasado y reapareció un mes después en la televisión pública para admitir que había cometido "una equivocación".
Sus abogados han denunciado que la confesión se produjo después de que la policía la amenazara con castigar a su hijo, quien también había sido detenido.
Su hermano ha afirmado que la septuagenaria periodista se veía hoy más débil y delgada.
Gao, quien sufre de alta presión sanguínea, ya pasó seis años en la cárcel en la década de los noventa por el mismo delito de revelación de secretos.
La periodista es una célebre comentarista de política, sociedad y economía en medios hongkoneses y extranjeros.
El caso ha sido seguido por las cancillerías occidentales y organizaciones de derechos humanos, que han pedido su inmediata liberación.
"Este deplorable sentencia contra Gao Yu no es nada más que una desvergonzada persecución política de las autoridades chinas", ha expresado Amnistía Internacional en un comunicado.
