La vecina ciudad de Shenzhen permitirá a partir de ahora que sus habitantes solo puedan viajar una vez por semana a Hong Kong, informa hoy la agencia de noticias Xinhua.
Hasta ahora podían solicitar un visado sin limitaciones de entradas.
La medida ha contado con el visto bueno del Consejo de Estado después de que el resentimiento a los turistas del interior hubiera disparado la conflictividad social en la isla.
La agencia lo justifica por "la creciente contradicción entre el número de visitantes y la capacidad turística de Hong Kong".
Más de 47 millones de chinos del interior visitaron el pasado año la excolonia, lo que supone un aumento del 16 % respecto al pasado año.
De ellos, una décima parte viajaron a Hong Kong más de una vez por semana.
China permitió en 2003 la visita de sus nacionales a la isla de forma privada, cuando antes solo se les permitía en grupo.
La medida buscaba rescatar a Hong Kong cuando estaba siendo golpeada por la epidemia del SARS y el resto del mundo le daba la espalda.
El sector turístico en la isla aumentó y los ingresos de muchos hongkoneses se vieron beneficiados por el flujo continuo de sus compatriotas.
Pero la afluencia de turistas chinos del interior se ha convertido en un foco de tensiones crecientes.
Muchos hongkoneses lamentan que los chinos del interior vacían las tiendas de bienes básicos, desde leche infantil a medicinas, y saturan servicios públicos como hospitales y guarderías.
La prensa local más hostil con Pekín ha comparado a los turistas del interior con plagas de langostas.
También denuncian que sus compras de inmuebles han elevado los precios hasta crear una burbuja que impide a los locales acceder a la vivienda.
Entre Hong Kong y Shenzhen se ha establecido un floreciente mercado de bienes de la excolonia —considerados como mejores- que son vendidos al otro lado de la frontera por locales que la cruzan continuamente.
Contra ese circuito paralelo se dirige la medida aprobada hoy por Pekín, que calcula que recortará las entradas a Hong Kong en un 30 %.
Grupos de hongkoneses han organizado en los últimos meses varias concentraciones contra los turistas del interior que han terminado en enfrentamientos en los que ha tenido que intervenir la policía.
