“Es imposible llevar a cabo en esta situación unas consultas intergubernamentales entre Corea del Norte y Japón”, dice una nota.
Tokio insiste en que los servicios secretos de Corea del Norte secuestraron durante los años setenta a 17 ciudadanos japoneses, mientras que Corea del Norte admitió solo 13. El país devolvió a cinco rehenes y afirma que los ocho restantes fallecieron. Japón considera que las pruebas de la muerte de estas personas son poco convincentes o falsas.
El anuncio de Pyongyang sobre la imposibilidad del diálogo con Japón sobre el tema llega solo unos días después de que el Gobierno nipón aprobara prolongar por otros dos años las sanciones contra Corea del Norte por la situación sobre los rehenes.
Por su parte, el canciller de Japón, Fumio Kishida, citado por Kyodo, afirmó que la decisión Pyongyang de este jueves es “absolutamente inadmisible”.