La campaña, llamada "Sky Net", relevará a la de "la caza del zorro" vigente el pasado año y supone la última medida del Gobierno de Xi Jinping en su lucha contra la corrupción.
La iniciativa involucrará a diferentes órganos oficiales como el Comité Central del Partido Comunista de China, el Banco Popular de China, la Fiscalía Suprema y el Ministerio de Seguridad Pública.
El objetivo es cortar los canales financieros de los fugitivos para forzarles a regresar y enfrentarse a la justicia.
El plan incluye la captura de los huidos, la recuperación de las sumas robadas, el cierre de los bancos ilegales y la confiscación de pasaportes y otros documentos falsificados, según las conclusiones del órgano encargado de la lucha anticorrupción.
El Ministerio de Seguridad Pública se encargará de traer a los fugitivos, el Banco Popular de China trabajará conjuntamente con el Ministerio de Seguridad Pública en la investigación de transferencias económicas al exterior y el Comité Central controlará los documentos de viaje.
El objetivo es "cortar la última vía de huida", según Xinhua.
Un total de 680 fugitivos fueron repatriados entre julio y diciembre del pasado año, según datos oficiales.
Algunos fueron conducidos a la fuerza mientras otros se acogieron a las penas aliviadas que proponía la campaña de "la caza del zorro".
Pekín calcula que sólo en Estados Unidos se esconden 150 fugitivos de la justicia china.
China envió recientemente una lista de los que considera prioritarios para que Washington los devuelva, pero por ahora no ha recibido respuesta.
Pekín ha cerrado varios acuerdos internacionales en los últimos meses para acelerar la repatriación de los criminales, tradicionalmente entorpecida por las reservas de los Gobiernos hacia la justicia china.
