Los detenidos, de entre 13 y 74 años, están acusados de llevar armas, asalto, desorden y peleas.
Unas 400 personas se concentraron ayer en Yuen Long (Nuevos Territorios, el distrito más cercano al interior) con pancartas que pedían la restricción de entradas a sus compatriotas y pedían el fin del Partido Comunista de China.
El grupo se enfrentó a la población local y la policía hubo de utilizar gas pimienta para dispersar a los congregados. La prensa local ha informado de una mujer herida con abundante sangre por la nariz.
Arrests made in #HongKong as #Protesters clash with Police http://t.co/LXEQNh7cR5 #1u pic.twitter.com/OTAALGob5c
— Marc Perrone (@Marc_Perrone) 1 Март 2015
Los manifestantes cortaron el tráfico de una importante calle del distrito con papeleras y demás mobiliario urbano.
En esa zona se concentran los compradores chinos que aprovechan los precios más bajos de la excolonia para revenderlos en el interior.
Los locales lamentan que el desembarco masivo de sus compatriotas disparan los precios de todo tipo de bienes, desde la leche en polvo a la vivienda, y tensan los servicios sociales como la sanidad o la enseñanza.
Esta era la tercera manifestación de este tipo que se organizaba en las últimas semanas en un indicio de la creciente falta de sintonía entre una parte de la población local con Pekín y un sentimiento cada vez más nacionalista.
Las protestas que durante tres meses bloquearon algunos de los puntos neurálgicos de la capital financiera dispararon la beligerancia contra el Partido Comunista por no permitirles el sufragio universal sin trabas en 2017.
Dos legisladores prodemocráticos han sido arrestados esta mañana por su intervención en aquellas protestas que empezaron en septiembre y puestos en libertad inmediatamente sin cargos.
Albert Ho y Helena Wong, ambos del Partido Democrático, se han presentado en la comisaría después de que se les acusara de ser los "principales instigadores".
Hong Kong ha arrestado en los últimos meses a la práctica totalidad de los líderes del movimiento prodemocrático (entre ellos, a los célebres estudiantes Albert Ho y Joshua Wong) y los ha dejado libres casi inmediatamente, en una practica que los partidos contrarios a Pekín denuncian como intimidatoria.