El juicio ha atraído la atención de la excolonia ya que supuso el peor accidente en cuatro décadas y evidenció los fallos de seguridad en sus transitadas aguas.
El choque en octubre de 2012 entre un ferry y un barco de turistas provocó la muerte de 39 pasajeros de éste último (ocho niños entre ellos) y un centenar de heridos.
Ambos capitanes se habían culpado por el accidente durante los 60 días del juicio que terminó con la deliberación de cuatro días de los nueve miembros del jurado y la sentencia publicada hoy.
"Usted estaba al mando de un ferry rápido y no de un pequeño barco de turistas", ha afirmado el juez Brian Keith.
"Sabía que si no controlaba la presencia de otros barcos podría poner en peligro las vidas ajenas… su conducta aquella noche estuvo muy por debajo de los estándares de profesionalidad", terminó.
Tanto el capitán del ferry como el del otro barco han sido condenados por poner en peligro las vidas ajenas en el mar.
La ley local prevé penas de hasta cadena perpetua por el homicidio imprudente, mientras que la de poner en peligro vidas ajenas alcanza los cuatro años de cárcel y multas de 200.000 dólares de Hong Kong (35.000 dólares).
El ferry se dirigía desde Hong Kong a la isla de Lamma, mientras el otro barco llevaba a trabajadores de una compañía de energía a ver los fuegos artificiales del Día Nacional de China.
En las aguas que rodean a la excolonia hay un continuo trajín de ferrys que conectan las diferentes islas y barcos de asueto desde los que admirar la más imponente línea de rascacielos de Asia.
GUA: Hong Kong ferry captain sentenced to eight years for fatal 2012 collision: Lai Sai-min convicted of mansl… http://t.co/ZvSdivGg11
— Hong Kong Stream (@hkstream) febrero 16, 2015
El accidente traumatizó a una de la sociedades más avanzadas del mundo, a la que le costó entender cómo en sus aguas podía producirse un desastre de esas dimensiones.
Las investigaciones revelaron un sinfín de fallos de seguridad entre las compañías que operan en la bahía.
El barco de turistas apenas tardó dos minutos en hundirse tras el choque, lo que impidió escapar a las 39 víctimas.
La nave carecía de una puerta hermética que habría retrasado el proceso y de chalecos salvavidas para niños.
Hong Kong no sufría un accidente marítimo tan grave desde que otro ferry se hundió en 1971 a causa de un tifón y murieron 88 personas.