Newman, de 86 años, se negó a pagar la factura.
La historia del veterano, que llegó a la capital norcoreana como turista pero fue detenido en octubre del año pasado y pasó 42 días recluido en Yanggakdo Hotel bajo sospechas de espionaje, se revela en el libro "Last P.O.W." (El último prisionero) publicado por el excorresponsal de CNN Mike Chinoy.
Según el libro, Pyongyang envió la cuenta al Departamento de Estado de EEUU a través de la embajada sueca en la capital norcoreana que se dedica a la protección de estadounidenses en el país.
La cuenta incluye 2.610 dólares por habitación, 591 dólares por comida, 14 dólares por postres, 23 dólares por las llamadas internacionales que hizo Newman para hablar con su esposa y tres dólares por "platos desaparecidos".
Newman se negó a pagarla tras averiguar, a través del Departamento de Estado, que la transferencia obstruiría la liberación de otros dos estadounidenses detenidos en Corea del Norte, Kenneth Bae y Mathew Miller, que recuperaron la libertad hace un mes.