Liu, cuyo cargo tiene rango ministerial, fue la primera gran víctima de la campaña de anticorrupción que Xi Jinping anunció al tomar la presidencia. Xi advirtió que caerían tanto moscas como tigres, en alusión a funcionarios rasos y gerifaltes.
El Tribunal Intermedio de Langfang ha condenado a Liu por aceptar sobornos de 35,58 millones de yuanes (5,8 millones de dólares) directamente o a través de su hijo a cambio de favorecer a grandes compañías con las políticas nacionales.
La sentencia también confisca todos los bienes de la familia, que serán devueltos al Estado.
El juez ha confirmado la “violación la integridad de los deberes” de Liu, quien ya había confesado sus delitos en el juicio celebrado en septiembre.
“Enfrentado a los hechos, me he estado preguntando cada vez que leo las acusaciones si éste realmente soy yo. ¿Cómo he acabado así?”, dijo Liu entre lágrimas, según la transcripción del proceso, quien también reconoció que había sido una mala influencia para su hijo.
Además del dinero en metálico, las compañías hicieron numerosos regalos a los acusados como coches de lujo o mansiones en Pekín.
El juicio revela el poder que amasan los altos cargos de las grandes organizaciones estatales. Sobre la Comisión Nacional para el Desarrollo y Reforma (NDRC, por sus siglas inglesas) pivotan las grandes decisiones económicas y el desarrollo de los planes estratégicos: aprueba inversiones millonarias, fija los precios de bienes como el alcohol o la gasolina, certifica compras o fusiones…
Entre las beneficiadas hay empresas gigantes del país del sector energético
Al menos otros dos altos cargos de la NDRC han sido destituidos y están siendo investigados en los últimos meses.
La corrupción en los volúmenes elefantiásicos de Liu puede acarrear la pena de muerte pero el tribunal ha valorado que el acusado confesara sus delitos, ayudara a la investigación y mostrara arrepentimiento.
El caso fue destapado por su antiguo amante despechada, quien filtró la información a un prestigioso diario económico. El editor de la revista Caijing denunció sus corruptelas en su microblog en 2012, que fueron rápidamente tildadas de “pura calumnia” por el acusado.
Liu tenía en su posesión varios billetes de avión y pasaportes falsos (uno de ellos australiano) en el momento de su detención, lo que sugiere que estaba preparando su huida.
