El cuadro titulado "Dos desnudos en el bosque (La tierra misma)" mide solo 30 por 25 centímetros de largo, superando la venta de una pintura del también del mexicano Rufino Tamayo, subastado en 2008 por 7,2 millones de dólares, y otra obra de la misma pintora "Raíces", vendida en 2006 por 5,6 millones de dólares.
La obra, pintada en 1939, ha sido definida como "una rareza en el mercado" en una colección de arte impresionista, en la cual Khalo pintó una escena de amor de dos mujeres como un sueño, solicitada para la próxima exposición sobre "La Revolución", en el Museo de Arte de Filadelfia.
La subasta abrió en 5 millones de dólares, recibió una sola oferta de 7 millones y terminó vendida en el rango mínimo estimado, de 8 millones de dólares, mientras el valor máximo esperado en el mercado de arte había sido de 12 millones de dólares.
Kahlo's work also set a record for highest price achieved by a Latin American artist at auction ($8,005,000.) pic.twitter.com/VDB5gYJzL2
— Christie's (@ChristiesInc) 13 мая 2016 г.
El pequeño cuadro apareció hace más de 25 años en una subasta de la misma tienda de Nueva York, donde se vendió en 1989 por apenas 506.000 dólares, aunque aquella ocasión superó la estimación de 120.000 a 160.000 dólares, reseña Christie´s.
La tienda de subastas promocionó el cuadro con un vídeo y un libro de arte titulado "La Casa Azul", que describe la casa del bohemio barrio colonial de Coyoacán, en el sur de la Ciudad de México, con el característico color "azul cobalto mexicano", donde la artista habitó y pintó casi toda su obra (1907-1954).
En esa casa, Frida vivió con su marido, el artista y muralista comunista Diego Rivera, 20 años mayor que ella, y allí falleció a los 47 años.
Allí también se refugió en 1937 el líder revolucionario ruso León Trotsky, amigo de la pareja, con quien la pintora tuvo una aventura por algunos meses, después de la cual él se traslado a un otra residencia emblemática, a una cuadra de distancia, donde vivió en el exilio y fue asesinado en 1940.
Retrato de sí misma
La obra de Khalo cobró relevancia décadas después de su muerte en los años 70 del siglo XX, y en las últimas dos décadas, pocas docenas de obras de ella han sido subastadas; de las cuales ocho cuadros han sido vendidos por más de un millón de dólares.
En el video de presentación, Herrera presenta el estudio de La Casa Azul, construida por el padre de la artista, Carl Wilhelm Kahlo, llena de objetos que representan las relaciones Frida, y su poderoso sentido de mexicanidad, proyectado no solo en su obra sino en su propia vestimenta con trajes tradicionales multicolores que ahora son icónicos.
La Casa Azul, es el "oasis" donde fue pintado el cuadro de las dos mujeres desnudas, reflejos de sí misma, en uno de los períodos más traumáticos de la vida de Kahlo, luego de un accidente de tranvía que la dejó minusválida: "hace sentir su gran angustia, llena de tristeza", dice la reseña.
La obra surrealista de Khalo fue aplaudida por el creador del movimiento, el francés André Breton, quien conoció México y definió a la artista comunista como "una listón alrededor de una bomba".
En los desnudos, Khalo se autorretrata en un bosque, metáfora del sufrimiento personal de su mala salud y la separación de su marido, Diego Rivera.
"La pintura expresa un pulso fuerte, emocional, cargada con un sentido de anhelo y soledad existencial, sin embargo, también transmite una resistencia incuestionable", dice el comentario del experto.
Los rostros de las dos mujeres en la obra "expresan una compasión suave e intensa contemplación", con el contrate de fondo de una jungla, donde destaca un mono que observa y retrata un entorno de dificultades.
La interpretación señala las preguntas de la artista "acerca de su sexualidad, su origen étnico mestizo, la contemplación de la mortalidad y la muerte".
La desnudez de las figuras "subrayan una pureza y un carácter esquivo que suspender la escena en una confrontación entre el sueño y la realidad".
