Por primera vez en décadas, las autoridades de China no establecieron objetivos de crecimiento anual del PIB, según el informe del primer ministro chino, Li Keqiang.
En muchos otros aspectos, los objetivos fueron mucho más modestos de lo esperado. El déficit presupuestario ha aumentado a solo un 3,6%, mientras que tanto los analistas chinos como los occidentales habían pronosticado un déficit del 6% o más.
El gasto en defensa está cerca de las expectativas de los expertos: crecerá un 6,6% (aunque se esperaba un aumento del 7%).
El primer ministro chino también se centró en ayudar a las pequeñas y medianas empresas, así como a los trabajadores autónomos, afectados por la epidemia. Li Keqiang exigió que los bancos aumenten los préstamos a las pequeñas y medianas empresas en un 40%.
Varios expertos, entre ellos Jim O'Neill, execonomista de Goldman Sachs, opinan que las medidas de estímulo económico de China son muy modestas. Según las estimaciones del FMI, China ha asignado 2,6 billones de yuanes para el estímulo fiscal para superar la crisis, lo que equivale al 2,5% del PIB del país. Para comparar, EEUU destinó el 11% del PIB para combatir la crisis actual. Alemania, el 4,9% del PIB.
"Creo que los incentivos son suficientes. China está tratando de tener en cuenta la situación epidemiológica y, al mismo tiempo, de evitar el aumento del desempleo y disturbios sociales. También es importante evitar el crecimiento excesivo de la carga de la deuda", opinó.
Para Gabúyev, es obvio que será imposible resolver los tres problemas a la vez.
"No se trata de meter dinero en la economía, sino de invertir cuidadosamente en nuevas infraestructuras: en primer lugar, telecomunicaciones, centros de datos, puntos de recarga para autos", evaluó.
Las autoridades de China habían señalado incluso antes que las tasas de crecimiento no son tan importantes como su calidad.
"Me gustaría llamar la atención sobre la meta de erradicar la pobreza. El hecho es que el año que viene, como prometió Xi Jinping, China debería construir una sociedad de ingresos medios", destacó.
Mientras que ciertos países occidentales, incluido EEUU, están tapando los agujeros de la economía con mucha liquidez, China opta por una transformación más fundamental, señaló a su vez el experto de la Universidad Popular de Pekín Bian Yongzu.
En particular, el experto observó que el apoyo a las pequeñas y medianas empresas no consiste solo en la financiación, sino también en la mejora del clima empresarial y el apoyo multidimensional.
China no puede permitirse el lujo de poner en marcha una imprenta para financiar su déficit presupuestario. Pero tampoco rechaza completamente los incentivos financieros. Para los proyectos de nueva infraestructura se utilizan bonos de los gobiernos locales.