Al ser consultado por la situación de los inmigrantes venezolanos, Temer subrayó: "Nuestra política es una política de apoyo a los refugiados desde el primer momento; ayer (domingo) mandamos transmitir al interventor esta noticia y él estuvo de acuerdo inmediatamente", dijo en declaraciones recogidas por la Agência Brasil.
Funcionarios de prisiones dejaron de trabajar en los últimos días y policías civiles y militares lanzaron paralizaciones debido a meses de salarios atrasados.
Debido a esta situación, la gobernadora de Roraima en funciones, Suely Campos, pidió ayuda al Gobierno central, y junto con Temer acordó nombrar a un interventor.
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El estado de Roraima es uno de los más pobres de Brasil, y desde hace meses acoge a miles de inmigrantes venezolanos, lo que según las autoridades locales empeoró la seguridad en la región y colapsó los servicios públicos.
La gobernadora en funciones de Roraima intentó en varias ocasiones que la Justicia le permitiera cerrar temporalmente la frontera con Venezuela, pero se topó con la negativa de Temer y del Tribunal Supremo Federal, el máximo órgano judicial del país.