"Mis hijos no tienen nada que ver con nada", dijo Marcelo Salomón en declaraciones a Radio Con Vos.
El juez federal Sebastián Ramos ordenó el 15 de noviembre la detención en el barrio de Floresta de la capital argentina de los dos jóvenes, de 25 y 23 años, tras una denuncia presentada por la influyente organización judía Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).
"Es muy grave lo que está pasando, están arruinando gratuitamente la vida de dos adolescentes, uno de ellos está casado y tiene una criatura de dos años, el otro tiene una empresa y estudia en la facultad", explicó Salomón.
El padre, descendiente de libaneses, explicó que son la cuarta generación que residen en este país y que están colaborando con la justicia puesto que si se mira "el expediente, ahí está todo claro".
La policía secuestró en el allanamiento de la casa familiar diversos tipos de armamento y municiones.
"Encontraron armas de mi abuelo que murió con 82 años de edad en 2008", y que era conscripto militar, sostuvo Salomón.
Consultado sobre si las armas funcionaban, el hombre señaló que no tenía "idea, porque nunca las usé".
"Las tengo almacenadas porque tienen un valor sentimental (…) hasta la policía dijo que las municiones tenían olor a humedad", aseguró.
Las detenciones se produjeron cuando faltan dos semanas para la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los 20 países industrializados y emergentes (G20) que tendrá lugar el 30 de noviembre y el 1 de diciembre en Buenos Aires.
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