En la protesta del 5 de septiembre, por la que se suspendieron todas las actividades académicas, participaron estudiantes de todas las escuelas y facultades de la universidad, a la que acuden más de 340.000 alumnos.
En la manifestación del 3 de septiembre, organizada por alumnos del Colegio de Ciencia y Humanidades, dos estudiantes resultaron heridos de gravedad al ser atacados por un grupo de los llamados "porros" (individuos organizados y armados) y otras 12 personas resultaron con lesiones.
Tras los incidentes, la universidad expulsó a 18 estudiantes que fueron identificados como agresores de los manifestantes.
"Como rector de la Universidad comparto el enojo, la indignación y el repudio que se está expresando en asambleas y reuniones estudiantiles en los distintos recintos universitarios", dijo Graue en un comunicado al anunciar las expulsiones.
Además de esa medida, la universidad también presentó la denuncia de los hechos ante la procuraduría de la Ciudad de México.
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