"Por primera vez vamos a tener en Bolivia, en un encuentro de repercusión mundial, un debate en el que se tratarán cuestiones técnicas y económicas de la energía fósil a la vista de desafíos y oportunidades del medio ambiente y las energías alternativas", afirmó Sánchez a periodistas.
Sánchez, quien habló con la prensa antes de viajar a Santa Cruz, dijo que, además de gigantes mundiales del gas como las empresas Gazprom de Rusia, Total de Francia, Repsol de España, British Gas del Reino Unido y Petrobras de Brasil, han asegurado su presencia varios organismos internacionales.
Citó así a la Unión Internacional del Gas, el Foro de Países Exportadores de Gas y el Consejo Mundial de Energía, y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
El ministro destacó que casi la mitad de las sesiones del foro estará destinada a cuestiones ambientales como el impacto de la industria del gas en las áreas reservadas, la situación de los parques naturales, la consulta previa a los pueblos indígenas, el cambio climático, los yacimientos no convencionales y los llamados combustibles verdes.
"La agenda elaborada nos indica que el foro será muy importante para que se realice un diálogo abierto entre todos los sectores interesados tanto en la estabilidad de los mercados de gas como en el desarrollo de los combustibles verdes, todo en armonía con los derechos de la Madre Tierra que el Gobierno boliviano defiende", afirmó.
La industria del gas natural es la principal fuente de divisas extranjeras de Bolivia, por sus exportaciones de hasta 45 millones de metros cúbicos diarios a Argentina y Brasil.
El Gobierno de Morales, que repuso el control estatal sobre la industria de hidrocarburos en 2006, pretende convertir a Bolivia en el principal polo energético regional, sumando al gas ambiciosos planes de exportación de electricidad.
Esos planes implican la construcción de varias mega plantas hidroeléctricas y termoeléctricas que todavía son resistidas por defensores del medio ambiente.