"Mañana vamos a conmemorar en todo el país el 17 de julio, Día de la Alegría", afirmó el lunes 16 la vicepresidenta Rosario Murillo, citada por el diario 19 Digital, agregando que en Nicaragua la mayor parte de la población está empeñada "en restaurar el bien, la paz, la seguridad, el trabajo y la vida, independientemente de esos pocos que siembran guerra y quieren seguir sembrando guerra y odio".
Hay "una minoría que actúa con malignidad, con pensamientos y prácticas siniestras, horrendas; cuánta cosa estamos viendo, cuánto acontecimiento hace muy poco tiempo, increíbles en nuestra Nicaragua", afirmó.
Además: Gobierno y oposición nicaragüense se culpan de la violencia
El 16 de julio, los gobiernos de 13 países de América Latina manifestaron en una declaración conjunta su preocupación por la situación en Nicaragua y reclamaron que se reanude de inmediato el diálogo entre la administración de Daniel Ortega y la oposición.
El Gobierno niega la existencia de grupos de choque oficialistas que provoquen violencia, como arguye la oposición, y sostiene que las protestas en realidad son promovidas por grupos "terroristas" que promueven un "golpe suave" contra Ortega.
La CIDH informó la semana pasada que 264 personas fallecieron y más de 1.800 resultaron heridas en el país centroamericano desde que comenzaron las protestas, mientras que la no gubernamental Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos asegura que las muertes llegan a 351.