Don Carlos de Sigüenza y Góngora se percató del fuego, se introdujo entre las llamas y con sus propias manos puso a salvo los documentos y planos del archivo. Contrató a un grupo de cargadores para que, en carretas, llevaran ese tesoro a buen resguardo. Gracias a él se tiene hoy la historia de los siglos XVI y XVII.
"Si Don Carlos no lo hubiera salvado, se habrían quemado y hoy tendríamos la historia de ciudad a partir del siglo XVIII. Él se lo llevó a su casa, como lo narra con su puño y letra en un documento que obra en poder del archivo, lo rescató y una vez remodelado el Ayuntamiento, lo devolvió a su sitio original".
Con ese antecedente, el Doctor Carlos Enrique Ruiz Abreu, Director del Archivo Histórico de Ciudad de México (AHCM), institución que tiene como labor organizar, conservar y divulgar el patrimonio documental de Ciudad de México, el cual data de 1524, comentó con Notimex el devenir de esa centenaria institución.
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A la fecha, el Archivo Histórico de Ciudad de México conserva 65 mil planos, de los cuales varios miles ya están restaurados y digitalizados. El archivo resguarda cuatro kilómetros lineales de documentos (archivísticamente así se miden documentos) es decir, hojas "de pie" tras otra, lo que significa un millón y medio de expedientes con diferente número de hojas.
Los fondos que resguarda son Actas de Cabildo (1524-1928), Ayuntamiento (1527-1928), Municipalidades (1627-1928), Gobierno del DF (1815-1928), Departamento del DF (1920-1992), Cárceles (1900-1985), Archivo Esperanza Iris (1879-1975), Planoteca (1778-1974), y Carteles e Ilustraciones (1796-1914) y Biblioteca (1696-2007).
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Investigadores, escritores, historiadores y una lista interminable de profesionistas, así como estudiantes y público en general, asiste cotidianamente a consultar esos acervos que a su vez se subdividen en temas de interés, como el abasto de alimentos, agua, mercados, y obras públicas de todos estos siglos.
"Un parteaguas en la historia de la ciudad fue el año 1928, pues desapareció el Ayuntamiento, es decir el Gobierno del Distrito Federal, para dar paso al Departamento del Distrito Federal que existió hasta 1997 cuando se cambió Jefatura de Gobierno del Distrito Federal", explicó más adelante el Doctor Ruiz Abreu.
La planoteca contiene planos del siglo XVIII a la fecha. "Si alguien desea conocer cómo era la ciudad y qué espacio ocupaba en 1750, 1800, 1850, o 1950, por ejemplo, los mapas le indican el crecimiento de la mancha urbana, cómo fueron naciendo las colonias; el acervo es inmensamente rico", dijo.
¿Qué hacía, qué comía, cuáles eran los pasatiempos y cómo vivía la sociedad capitalina en los años en que se llevó a cabo la lucha por la Independencia, o durante la Reforma, o en el Porfiriato, o la Revolución? Eso se puede consultar en los acervos correspondientes, y al mismo tiempo descubrir qué hacía el gobierno.
La introducción de la luz eléctrica, la llegada del cinematógrafo, los teatros y cines, las corridas de toros, los circos, la apertura de calles como 20 de Noviembre, los expedientes de los reos de las cárceles de Belén y de Lecumberri, son sólo algunos de los temas que se pueden consultar en este archivo histórico.
Ubicado en la casa de los Condes de Heras y Soto, construida en el siglo XVIII, de barroca arquitectura, el archivo tomó hace 10 años el nombre de Sigüenza y Góngora, científico, cosmógrafo e historiador mexicano, uno de los primeros estudiosos sobre el orden y el resguardo de la documentación en la ciudad.
Desde hace 15 años el recinto está inmerso en un proceso de organización, clasificación y digitalización. "Vamos de la mano con la tecnología para no rezagarnos y podamos seguir atendiendo al público. Los planos, son tema aparte, porque por el paso del tiempo y material con que se hicieron se degrada", dijo.
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Mapas y documentos son objeto de un proceso de restauración y digitalización que permitirá, al menos durante 500 años más, contar con ese valioso acervo que habla de la evolución y transformación de la capital de la Nueva España a Ciudad de México, gracias a los cuidados que actualmente se le otorgan.
Otros servicios que presta son el préstamo interno del acervo documental y materiales bibliohemerográficos en salas de consulta, asesoría en materia de archivos a dependencias del Gobierno de Ciudad de México, grabación en CD del Catálogo electrónico preliminar del Archivo Histórico, y visitas guiadas.
Por el momento, el AHCM está saturado, por lo que el Doctor Ruiz Abreu gestiona una sede nueva, más amplia, o una sede alterna en donde la historia documental de la ciudad pueda seguir creciendo (Siglo XX) para dar a conocer las raíces a los capitalinos y con ello, identidad y arraigo.
Entre los premios que ha recibido el Archivo Histórico de Ciudad de México, está la Inscripción del Fondo "Ayuntamiento de Ciudad de México" en el Registro "Memoria del Mundo México" de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), 31 de agosto de 2012.