Los medios locales compartieron las impactantes imágenes del derribo del edificio residencial de 48 apartamentos, construido en 2008. Más de 100 kilos de explosivos se utilizaron en el proceso de demolición.
La decisión de derribar el edificio de 54 metros de altura la tomó el propio alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga.