Dieciocho de las 25 víctimas fallecieron en la colonia San Miguel Los Lotes, Escuintla. Muchas fueron alcanzadas en sus viviendas por la mezcla de lava y lodo, producto de la erupción que comenzó hacia las 15.00 hora local (21.00 GMT).
Un total de 653 personas permanecen albergadas, entre ellas 378 en los departamentos de Escuintla y 275 en Sacatepéquez.
El presidente guatemalteco, Jimmy Morales, decreto el estado de calamidad pública por un plazo de 30 días en los departamentos citados.
La medida de excepción tiene por objeto mitigar la situación, restablecer las infraestructuras y los servicios esenciales, así como evitar mayores consecuencias.
La erupción, que causó también unos 300 heridos, afectó a casi 1,7 millones de habitantes de los aproximadamente 16,6 millones que tiene el país centroamericano.
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El Ministerio de Educación guatemalteco comunicó que el lunes 4 de junio se suspenderán las clases en los departamentos de Chimaltenango, Escuintla y Sacatepéquez, declarados en alerta roja por la Conred como consecuencia de la erupción.
La actividad del Volcán de Fuego, que tiene una altura de más de 3.700 metros, obligó a cerrar el aeropuerto internacional La Aurora, en Ciudad Guatemala.
El director general de Aeronáutica Civil de Guatemala, Francis Argueta, informó que unos 14 vuelos comerciales se vieron afectados por el cierre de la pista y que las aerolíneas están trabajando en la reprogramación de sus horarios.
Unas 350 personas entre empleados de Aeronáutica Civil, Unidad Ejecutora de Conservación Vial, Municipalidad de Guatemala y efectivos del Ejército Nacional realizan labores de limpieza en la pista.
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Unas 16 horas y media después de iniciada, la erupción fue a menos. El informe más reciente de la Conred deja constancia de explosiones débiles y moderadas, con incandescencia en el cráter, y ceniza a 4,500 metros sobre el nivel del mar.
