"Lo que se dio es una masacre contra los estudiantes, contra el pueblo de Nicaragua", declaró, citado por el portal El Nuevo Diario.
Anteriormente se manejaron cifras de organismos no gubernamentales que indicaban que más de 30 personas murieron en protestas violentas contra el Gobierno de Daniel Ortega.
La policía nicaragüense, por su parte, informó que dos oficiales fueron asesinados y 121 sufrieron heridas durante las violentas protestas.
Ante este escenario, el presidente Ortega dio marcha atrás con el decreto para reformar el sistema previsional e instó a iniciar un diálogo nacional para lo cual pidió la mediación de la Conferencia Episcopal.
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El comunicado de los grupos opositores llama a "mantener plantones, cacerolazos, marchas y diversas expresiones cívicas del pueblo, incluyendo la participación en la marcha nacional convocada por la Iglesia Católica para el día sábado 28 de abril".
Este último nuclea a la Coordinadora Civil, la Fuerza Unida Liberal, el Movimiento Autónomo de Mujeres, los centroizquierdistas Partido Movimiento Renovador Sandinista y Partido Acción Ciudadana, la Resistencia Nicaragüense y el Movimiento de Retirados del Ejército.
