"A pesar de encontrarse débil de salud, la condición sicológica del señor Santrich es buena; completa a la fecha once días en huelga de hambre (desde el pasado 9 de abril)", indicó la Defensoría.
Santrich, cuyo verdadero nombre es Seuxis Paucis Hernández Solarte y quien participó en el Acuerdo de Paz en La Habana, fue detenido el pasado 9 de abril en Bogotá por agentes de la Fiscalía de Colombia a raíz de una orden de captura internacional expedida a través de una circular roja de Interpol (Policía Internacional) con miras a la extradición que solicitará el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
De acuerdo con las autoridades, a Santrich se le señala de un supuesto acuerdo para exportar diez toneladas de cocaína hacia EEUU a un precio convenido de 15 millones de dólares y que luego se venderían al detalle por hasta 300 millones de dólares en el mercado estadounidense, en hechos ocurridos desde el pasado junio hasta el presente abril.
Lea más: Quién es Jesús Santrich, el negociador de las FARC detenido por narcotráfico
Según la Defensoría, "Santrich se encuentra recluido solo, en una celda digna, en buenas condiciones, con servicios de agua y luz, y en un pabellón amplio", y aunque "las autoridades carcelarias le están ofreciendo las comidas, él las está rechazando de manera respetuosa".
Durante la visita de la comisión de la Defensoría —solicitada por el director de La Picota, coronel Germán Ricaurte-, los delegados del organismo también pudieron constatar que a Santrich "se le están entregando todos los medicamentos que sus condiciones de salud requieren (visión y ataques de epilepsia) y que ha rechazado ayuda psiquiátrica".
"Ese proceder de la Fiscalía, es además una muestra fehaciente del sometimiento absoluto de las autoridades colombianas a los intereses norteamericanos, impulsados a través de instrumentos intervencionistas como la DEA, en este caso con la clara intención de dañar la imagen de la FARC", consideró el partido político de izquierda.
De ser extraditado, Santrich se enfrentaría a una pena entre diez años y cadena perpetua en EEUU por el delito de conspiración para transportar cocaína a ese país.