El periódico afirma que los guardias intentaban restablecer el orden cuando los prisioneros sublevados incendiaron varias colchonetas.
Los reos exigían la destitución del director y del jefe de los guardias del centro penal.
La Fiscalía General del Estado investiga la muerte de los agentes, pero la principal hipótesis consiste en que el humo de los colchones prendidos "pudo haber provocado la asfixia" de los policías, según afirmó el Ejecutivo mexicano.
Las fuerzas de seguridad lograron apagar la sublevación a tempranas horas de la mañana.