"Es una pena que haya ocurrido, porque viene creando un clima de inestabilidad en el país, de falta de pacificación, lo que es indispensable en el presente momento", dijo el presidente en declaraciones a la radio BandNews.
Temer (Partido del Movimiento Democrático de Brasil) añadió que "en realidad" esa ola de violencia no fue predicada por quienes cometieron ese acto, sino que "tal vez" haya comenzado atrás, sin aclarar a quiénes se refería.
El autobús en que viajaba la prensa que cubre el viaje del expresidente Lula por el sur de Brasil fue atacado el 27 de marzo con varios tiros por detractores políticos en el estado de Paraná (sur), pero no hubo heridos ni daños graves.
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Los dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) condenaron duramente el incidente y acusaron a las autoridades regionales de no tomar las medidas de seguridad necesarias, mientras que Lula comparó el clima actual con el surgimiento del nazismo.
El presidente lamentó que el clima de tensión haya llegado incluso al máximo órgano del poder judicial en Brasil y subrayó que este tipo de coacciones "no pueden ocurrir en el país".
El Supremo juzgará el proximo 4 de abril un habeas corpus (petición para que se evalúe la legalidad de un arresto) que en caso de ser aceptado podría evitar temporalmente la entrada de Lula en prisión.
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Una eventual detención del exmandatario podría crispar aún más la situación en Brasil, dado que a pesar de sus problemas judiciales Lula es el favorito en todas las encuestas.
