"Una vez más me dirijo a ustedes con el corazón y con fe grande en Dios, pidiendo apoyo a todas las personas de buen corazón que creen en mi hijo; les invito en Quito, a las 17:00 (22:00 GMT) del día sábado 3 de marzo al pie de la cárcel número 4", dice la madre de Glas, Norma Espinel, en un video difundido en redes sociales.
La manifestación tiene como objetivo "exigir la libertad de un hombre inocente" y fue confirmada por el nuevo abogado defensor del exvicepresidente, Alejandro Vanegas, quien anunció días atrás que la apelación de la sentencia fue aceptada y deberá tramitarse en la Corte Nacional de Justicia.
Además, la defensa iniciará una gira internacional para dar a conocer el caso de Glas en las Naciones Unidas y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
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Vanegas sostuvo que "no puede existir seguridad jurídica ni debido proceso penal cuando quien es víctima del procesamiento judicial es un exvicepresidente que representa a una tendencia política a la que se ha pretendido afectar a través de la judicialización".
Durante el juicio, la fiscalía comprobó que el exfuncionario recibió coimas de la constructora brasileña por un monto de aproximadamente 16 millones de dólares a través de su tío, el también procesado Ricardo Rivera.
Para ello se basó, principalmente, en el testimonio del ejecutivo de Odebrecht y exrepresentante de la firma en Ecuador, José Santos, quien aseveró que el vicepresidente estaba al tanto de los movimientos de la empresa y que además fue él quien facilitó el regreso de la compañía al país en 2010.
Sin embargo, Glas alegó que estos argumentos son insuficientes como prueba, y que no existen pruebas documentales de su participación en los delitos, por lo insiste en que se trata de una persecución política.