Los comuneros dijeron a Francisco que están "muy preocupados por lo que está pasando en la región, porque hay mucha violencia, mucho conflicto", dijo una de las asistentes a la reunión, la mapuche Silvia Llanquileo, en una entrevista con Radio Biobío.
Llanquileo comentó que en el encuentro, celebrado en el recinto religioso Madre de la Santa Cruz en la Araucanía, el Papa les dijo que iba a tratar de contribuir de alguna manera para resolver el conflicto.
"El Papa fue muy enfático en decir que iba a hacer todo lo que tuviera a su alcance para intervenir en los casos que están siendo más puntuales en la región", sostuvo Llanquileo.
"Hablamos con él de cómo queríamos vivir; él nos preguntó qué queríamos mejorar y cómo nos gustaría vivir en unos años más", contó.
Francisco "nos dijo que logremos encontrar un punto para dar con la paz, para que podamos entendernos y respetar nuestras diversidades entre pueblos mapuches y no mapuches", añadió.
Francisco ofició una misa masiva en el aeropuerto Maquehue de la Araucanía, y luego se dirigió a al encuentro con los ocho comuneros mapuches, que habían sido seleccionados previamente por la organización de la gira del sumo pontífice en Chile.
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El conflicto mapuche es una disputa histórica entre el pueblo originario y el Estado chileno por la restitución de sus tierras, que les fueron quitadas y entregadas a latifundistas, empresarios forestales y agricultores.
En los últimos años estallaron una serie de ataques incendiarios contra empresas forestales, camiones, fundos privados, cuyos atacantes dejan panfletos reivindicando la causa mapuche.
Antes de la llegada de Francisco, los ataques incendiarios se incrementaron sobre todo contra iglesias y parroquias de la Araucanía, en las que colocaron consignas de rechazo a la Iglesia Católica.
El papa estará en Chile hasta el 18 de enero, para después viajar a Perú.
