La caverna, de 347 kilómetros de longitud, fue encontrada y explorada en el marco del proyecto de investigación del subsuelo en la península de Yucatán, Gran Acuífero Maya (GAM). La gruta resultó ser la segunda más grande en el mundo, siguiendo a la Cueva del Mamut (EEUU) de 587 kilómetros, pero que está en su mayor parte seca.
El jefe del estudio, Guillermo de Anda, declaró que el "magnífico descubrimiento" permitirá obtener una imagen más clara de la cultura maya, que predominaba en la región durante la época prehispánica.
"Esta inmensa cueva representa el sitio arqueológico sumergido más importante del mundo, ya que cuenta con más de un centenar de contextos arqueológicos, entre los que se encuentran evidencia de los primeros pobladores de América, así como de fauna extinta y por supuesto, de la cultura maya", destaca Guillermo de Anda, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia y director del Gran Acuífero Maya.
La península de Yucatán está llena de reliquias monumentales de la civilización maya, cuyas ciudades se basaban sobre la red de cenotes que servían como fuentes de agua dulce y tenían un significado religioso para los maya.
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