"Esa ausencia de liderazgo, o incluso de intento de liderazgo mundial, intelectual y cultural sería incluso una oportunidad si aquí hubiera un líder, pero no tenemos a ninguno, desgraciadamente", aseguró Amorim, quien fue ministro de Asuntos Exteriores durante los ocho años del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011).
En su opinión, con el Gobierno actual de Michel Temer, Brasil perdió protagonismo en el escenario internacional en las relaciones comerciales y en su papel de mediador de paz en conflictos.
"Nada de eso existe a día de hoy; estamos totalmente sin liderazgo", añadió a ese medio de comunicación.
Como ejemplo nombró el caso de Venezuela, donde a pesar de la grave crisis económica y política, Brasil no pude ejercer ninguna mediación, porque "está de un lado", dijo parafraseando al actual canciller Aloysio Nunes, del conservador Partido de la Social Democracia Brasileña.
Amorim también destacó que Venezuela sufre en buena parte por la caída del precio del petróleo y por el boicot de la mayor potencia mundial, en referencia a Estados Unidos.
Otras opciones
Respecto a los otros países latinoamericanos que podrían ocupar el papel de Brasil como potencia regional, el canciller descartó que pueda haber un recambio.
Retirado de la diplomacia, Amorim es autor del manifiesto "Unas elecciones sin Lula son un fraude", donde critica la persecución judicial que, a su juicio, está sufriendo el expresidente para que no pueda ser candidato en las elecciones de octubre de este año.
El 24 de este mes el exmandatario podría ser condenado en segunda instancia a nueve años y medio de cárcel por delitos de corrupción.
"A mi modo de ver (la acusación) está muy basada en cosas frágiles, que no se sostienen", dijo el excanciller al respecto, y añadió que por el momento no cuenta con un plan alternativo en caso que Lula no pueda presentarse a las elecciones.
Amorim fue canciller de Lula entre 2003 y 2010, pero antes lo fue con el Gobierno de Itamar Franco (1993-1994).
Su última etapa en la vida pública se produjo durante el primer Gobierno de Dilma Rousseff, cuando fue ministro de Defensa (2011-2014).