"Que nos vean como un objetivo a reprimir tiene que ver con que no quieren que seamos testigos de lo que ocurre ni que demos cuenta de que está ocurriendo; entiendo que hay algunos que no quieren que mostremos la realidad, lo que ocurre en la represión a la protesta social", señaló Vides.
"Somos trabajadores de prensa y necesitamos las condiciones para cumplir con nuestro deber y con nuestra responsabilidad de informar a los ciudadanos", señaló el fotógrafo.
“Fue una cobertura difícil, violenta, con mucha represión, realmente sentimos que la policía nos tomó como un objetivo a reprimir y que no estuvieron dadas las condiciones para poder trabajar”, explicó el fotógrafo.
Por su parte, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires informó en un comunicado que 36 trabajadores de la prensa resultaron heridos y cuatro detenidos mientras se encontraban cubriendo las manifestaciones contra el proyecto de reforma previsional aprobado en el Congreso.
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De ellos, 23 recibieron balazos de goma, cuatro fueron víctimas de gases lacrimógenos y gas pimienta y nueve fueron agredidos por “grupos de marginales”, señala el comunicado.
La Argra pidió en su convocatoria el "cese inmediato de la represión a los trabajadores de la prensa” y responsabilizó al Gobierno argentino de "forma directa por la seguridad de los periodistas en el ejercicio de su labor".
Antecedentes
El reportero recordó los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, conocidos como la masacre de Avellaneda (municipio al sur de la capital argentina), durante las protestas del 26 de junio de 2002, en los que el trabajo de los reporteros gráficos fue una pieza clave para la justicia.
"Vale recordar que en el asesinato de Kosteki y Santillán en el Puente Pueyrredón las fotos de varios colegas nuestros fueron las que permitieron esclarecer qué había ocurrido contra a la versión oficial" que decía que los manifestantes se habían matado entre ellos, expresó Vides.
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Un camarógrafo del Canal 7 filmó el momento en el que dos agentes de la Policía Bonaerense disparaban a los manifestantes, mientras las imágenes registradas por los fotógrafos Sergio Kovalevsky y Pepe Mateos también resultaron imprescindibles en la investigación de los asesinatos.
"El primer antecedente al que nos remite es a la cobertura del 19 y 20 de diciembre de 2001, los saqueos, la caída del Gobierno (de Fernando de la Rúa), las protestas callejeras; pero en aquel momento, excepto la mañana del 20 que fue difícil para los reporteros gráficos, no tuvimos episodios de violencia por parte de la policía", contó Vides.
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El reportero recordó también el primer "camarazo" que realizaron unos 200 fotógrafos el 20 de diciembre de 1982 frente a la Casa de Gobierno, para protestar por los golpes policiales cuando cubrían manifestaciones contra la entonces dictadura militar (1976-1983).
Cabezas fue encontrado muerto dentro de un auto poco después de haber tomado la primera fotografía que develó el rostro del empresario Alfredo Yabrán, foco de una investigación periodística por estar implicado en una compleja trama de corrupción política y empresarial.
