"No compartimos (la medida) entre otras razones porque Internet debe ser libre e igualitaria para todos los consumidores, y lo que se pretende con esta decisión es beneficiar a quienes tengan mayor capacidad de pago, para que los contenidos puedan llegarles más rápido o de mejor calidad", dijo David Luna, ministro de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
Luna, a través de una declaración difundida por su despacho, aseguró que, sin embargo, la decisión de EEUU no afecta a los usuarios en Colombia, ya que "el principio de neutralidad de red está consagrado en la ley colombiana desde el año 2011" y sólo puede ser modificado por el Congreso, que lo estableció a través de una ley.
De acuerdo con los críticos, esa decisión puede conducir a la creación de una "Internet de dos velocidades" por parte de las empresas proveedoras de banda, las cuales podrán cambiar la forma en que Internet funciona para favorecer sus propios servicios en detrimento de sus rivales y encareciendo el servicio.
Tanto las firmas de Internet como el Gobierno de Trump, que justificó la medida en la necesidad de acabar con reglas "torpes" que desalientan la inversión y la innovación, aseguraron que los usuarios no notarán ninguna diferencia cuando las nuevas normas sean implementadas.