"Si nos basamos en el nivel de precipitaciones que hubo en los últimos meses de este año (comparados) con octubre, noviembre y diciembre de 2013, hay motivos para temer una inundación como la que se registró en 2014 en el Beni", advirtió el empresario.
En 2014, el sector ganadero tuvo pérdidas que superaron los 31 millones de dólares por la muerte de cerca de 48.000 cabezas de ganado debido a la inundación que afectó al Beni.
"No queremos ser alarmistas, pero las lluvias que cayeron en Trinidad a fines de noviembre y principios de diciembre, nos deben preocupar", declaró.
El 5 de diciembre, la ciudad de Trinidad se inundó debido a las intensas lluvias y a la precariedad de los sistemas de drenaje dependiente del Gobierno departamental.
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Asimismo, se ha verificado que algunos predios ganaderos están siendo afectados por la crecida de las aguas.
En ese marco, Arteaga anunció que los empresarios ganaderos se reunirán la próxima semana con autoridades del Gobierno central para diseñar un plan de contingencia que permita evaluar el nivel de las lluvias hasta esta fecha del año a fin de tomar previsiones.
El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) del Beni —que reúne a diversas instituciones locales- espera que el Gobierno departamental declare alerta naranja en la región, lo que obligará a movilizar recursos para prevenir daños por posibles inundaciones.
La Federación de Ganaderos del Beni reúne a cerca de 8.000 unidades productivas de ganado aglutinadas en 30 asociaciones que suman tres millones de cabezas de ganado.