"La película dedicada a mi Amparo ha sido un viaje difícil, supercomplicado, lleno de magia y con mucha verdad", reiteró en declaraciones exclusivas a esta agencia de prensa en medio del asedio de decenas de cinéfilos ansiosos de tomarse una fotografía con el artista en el lobby del cine La Rampa, en esta capital.
Insistió en que la cinta realizada en homenaje a su fallecida joven esposa incluyó un periplo iniciado en Cuba e incorporó otras plazas fuertes de los ritmos nacidos en la mayor de las Antillas y que después se expandieron por todo el mundo bajo la denominación de salsa como República Dominicana, Puerto Rico, Nueva York, Miami y Colombia.
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En referencia a la música cubana, de la que se considera un devoto, Diego El Cigala considera que empasta a la perfección con los cantes de raíces gitanas "porque las dos son culturas de la tierra, del pueblo, son una sola cosa".
Por su parte, el español David Pareja, director de la obra estrenada anoche por primera vez en un certamen internacional y que se presenta hoy en las salas habaneras como parte del festival, explicó a Sputnik que era un compromiso iniciar su proyección internacional en esta capital.
Afirmó que para él esta cinta constituye una experiencia increíble, y que le hace muy feliz volver a Cuba, pues estudió en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de Los Baños, en las afueras de La Habana.
"Regresar con esta película de salsa, comenzar con esta muestra de cultura afroantillana en Cuba, que fue de donde salió todo esto, y presentarla en este festival es alcanzar lo que todo el mundo sueña", expresó Pareja.
Tras el éxito del disco Lágrimas Negras, por Bebo Valdés y Cigala, la esposa del cantaor, a quien está dedicado el filme, imaginó el éxito que el artista podría conseguir con los otros géneros latinos globalizados bajo la denominación de salsa.
En la cinta intervienen leyendas de la cultura latinoamericana como los rumberos cubanos por excelencia, los Muñequitos de Matanzas, segmento del documental que confirma en imágenes y sonido los vasos comunicantes entre el yambú, la columbia y el guaguancó (variantes de la rumba) con el flamenco.
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De Cuba intervienen también la Diva de Buena Vista Social Club, Omara Portuondo, el pianista Gonzalo Rubalcaba y el bajista Fabián García Caturla, además de exintegrantes de la Fania All Stars, en Nueva York, y salseros puertorriqueños, colombianos y venezolanos, que asumieron estos ritmos a partir de la década de 1970 como una expresión de resistencia frente a la discriminación que sufrían como inmigrantes en Nueva York, y después los pasearon triunfalmente por todo el mundo.
