"Ya hemos recibido esa planilla, corroborando tanto las llamadas de telefonía y de datos", reconoció el portavoz de la Armada argentina, Enrique Balbi en una conferencia de prensa este 5 de diciembre.
El navío, que transportaba 44 tripulantes, realizó ocho llamadas satelitales entre la 1.00 (4.00 GMT) y las 7.40 (10.40 GMT) de la madrugada.
La comunicación más extensa se produjo a la 1.49 (4.49 GMT) y se prolongó por 800 segundos (13 minutos y 13 segundos).
La Armada había comunicado que la última comunicación del submarino se había producido a las 7.30 (10.30 GMT), informando que no tenía novedades de personal y que se encontraba a 432 kilómetros mar adentro a la altura del Golfo San Jorge.
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Casi tres horas después de la última comunicación, a las 10.31 (13.31 GMT), se registró una explosión a 30 millas al nor-noreste de la última posición marcada por el buque, que se dirigía a la Base Naval de Mar del Plata, a 400 kilómetros de Buenos Aires, donde se encuentra su apostadero habitual.
"Son las primeras llamadas que hizo el comandante de la unidad informando de la falla, de este cortocircuito y principio de incendio, con humo y sin fuego", explicó Balbi.
Reacción familiar
Claudio Rodríguez, hermano del suboficial primero Hernán Ramón Rodríguez, jefe de máquinas del submarino perdido desde el 15 de noviembre, acusó a la Armada de ocultar información al trascender esta novedad.
"Hasta hoy nos habían dicho a los familiares que se habían producido dos llamadas, una el martes [14] a la noche a las 22.30 (1.30 GMT) informando del problema y otra a las 7.30 (10.30 GMT), que habían solucionado el problema y que seguían navegando a 40 nudos", destacó Rodríguez en diálogo con Sputnik.
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Tras conocerse que en realidad fueron ocho las comunicaciones que realizaron los marinos dentro del San Juan, el hermano del jefe de máquinas no pudo ocultar su enfado.
"Ahora salta por la empresa telefónica que [el submarino] estuvo llamando toda madrugada del miércoles [15] llamando", reprochó.
Este ocultamiento de información solo demuestra que la Armada "nos está mintiendo, sabe qué pasó y dónde está", concluyó Rodríguez.
El lugar donde se busca al buque se encuentra en el límite de la plataforma continental argentina, donde el fondo del mar se inclina de manera muy pronunciada, en lo que se conoce como talud, hasta alcanzar una profundidad de 3.000 metros.
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El miércoles 15 de noviembre, el submarino ARA San Juan reportó su última posición a 430 kilómetros del punto más cercano de la costa de la Península Valdés, en el sureste de Argentina, cuando navegaba en aguas del océano Atlántico desde Ushuaia a su apostadero habitual en la Base Naval de Mar del Plata.
