En entrevista con Sputnik, el capitán de navío Igor Kurdin, miembro del Club de Marineros y Submarineros de San Petersburgo, precisó que la explosión pudo haber ocurrido debido a un fallo en la batería.
"Cuando [el submarino] está bajo el agua, el hidrógeno es liberado activamente por la batería, de modo que existen los llamados hornos de postcombustión para mantener su concentración a niveles seguros. Es posible que, en caso de mal funcionamiento de los dispositivos de control, la concentración de hidrógeno exceda los límites. Así, cualquier chispa puede causar una explosión de hidrógeno", aclaró Kurdin.
Otra posibilidad es que la explosión haya provocado una filtración de agua en uno de los tres compartimentos del San Juan, continuó el experto. Si al menos un compartimiento de este buque de fabricación alemana se inundó, entonces probablemente se hundió hasta el fondo del mar y ya no pudo volver a flotar.
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Kurdin consideró que si el submarino se hundió en "una cuenca oceánica profunda", no hay posibilidades de supervivencia. Sin embargo, si el hecho se dio en un área no tan honda, entonces la tripulación, en teoría, podría tener posibilidades de sobrevivir.
"La tripulación puede salir de un submarino hundido, pero esta salida se lleva a cabo solamente desde el primero o del segundo compartimento, a través de la escotilla superior o a través del tubo de torpedos", explicó Kurdin.
Sin embargo, una vez que la batería está ubicada justamente en el primer compartimiento, lo más probable es que esta parte se haya inundado y todos los que estaban allí fallecieran.
Por otra parte, aunque el submarino argentino ARA San Juan esté desaparecido desde hace más de dos semanas, todavía existe una posibilidad de que su tripulación haya sobrevivido, consideró Erik Reynolds, representante del Comando Sur de la Armada de Estados Unidos.
De acuerdo con Reynolds, el hecho de que haya pasado tanto tiempo ciertamente es un factor negativo, "pero siempre existe la posibilidad de una supervivencia en condiciones extremas".
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En entrevista con Sputnik, Reynolds agregó que no se debe especular sobre este tema, ya que "la misión de búsqueda y rescate aún continúa".
Con la colaboración de 18 países, ocho buques se encuentran barriendo en un radio de 40 kilómetros para dar con el paradero del submarino, que navegaba desde la ciudad de Ushuaia, en el extremo austral de Argentina, hasta Mar del Plata (este), donde los familiares todavía lo aguardan.
