El 54,4% de esos casi dos millones de menores (998.000) trabajan de forma ilegal "porque tenían entre 5 y 13 años (190.000 niños) o bien porque a pesar de tener entre 14 y 17 años (cuando ya pueden trabajar) no estaban registrados conforme exige la legislación (808.000)", explica el estudio.
La legislación también admite el trabajo a partir de los 14 años, pero tan solo en la condición de aprendiz.
La región norte del país es la que presenta un escenario más grave, donde trabaja 1,5% de los niños de entre 5 y 13 años.
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La mayoría son niños varones (65,3%) y negros o mulatos (64,1%).
Llegan a trabajar un promedio de 25,3 horas por semana.
El 74% de los menores de hasta 13 años no recibió ninguna renta monetaria por su trabajo, dado que 73% ocupaba una posición de trabajador familiar auxiliar, el 47,6% con tareas en el sector agrícola.
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Los resultados del informe del IBGE también confirman la tesis de que la entrada prematura en el mercado de trabajo provoca evasión escolar.
Entre los menores de edad de 16 y 17 años que trabajan, la tasa de escolarización cae a 74,9%.
Es la primera vez que el IBGE divulga estos datos con una nueva metodología, lo que no permite hacer comparaciones con resultados de años anteriores.
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El artículo 32 de la Convención sobre los derechos del niño de la Organización de las Naciones Unidas establece que los estados partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.