"Somos la mayoría de la población, pero desgraciadamente aún no lo somos en los espacios de poder (…) estamos en la calle para decir no a ese absurdo", dijo en la manifestación de Río de Janeiro la concejal Marielle Franco, del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL), según un video transmitido en redes sociales.
De aprobarse este cambio legal se anularían los tres supuestos de aborto considerados legales en Brasil: cuando existe riesgo para la vida de la madre, si el embarazo se produce por una violación y en caso de anencefalia (malformación del cerebro y la bóveda craneal) del feto.
Para la política Talíria Petrone, también integrante del PSOL, si se acaba con esos derechos garantizados por ley aumentará la mortalidad materna y el número de mujeres que ya recurren al aborto clandestino poniendo su salud y su vida en riesgo, algo que ocurre especialmente entre las mujeres pobres y negras.
La concejal Marielle Franco recordó que en aquel entonces las mujeres brasileñas fueron visionarias, recordando que las 12 protestas que se realizaron en esa época ayudaron a derribar a Cunha.
El actual presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, aseguró el 10 de noviembre que es muy poco probable que la prohibición total del aborto logre el apoyo necesario para salir adelante, pues por tratarse de una reforma constitucional requiere mayorías especiales, según publicó en un mensaje en sus redes sociales.