"Las Fuerzas Armadas se encargan de cercar las comunidades y están localizadas en puntos estratégicos; se cortaron algunas calles y el espacio aéreo está controlado", informó la Secretaría de Seguridad del Gobierno de Río de Janeiro en un comunicado.
Hay restricciones dinámicas para aeronaves civiles en las áreas sobrepuestas a los sectores en los que actúan las Fuerzas Armadas, pero no hay interferencia en las operaciones de los aeropuertos.
Se desarrolla en las favelas de Salgueiro y Anaia con el objetivo es detener a narcotraficantes y descubrir los lugares en los que ocultan drogas y armamento.
Río de Janeiro vive una escalada de violencia en los últimos meses que obligó al Gobierno de este estado a pedir ayuda de las Fuerzas Armadas.
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Por decisión del Ejecutivo central, un contingente de militares permanecerá en Río al menos hasta finales de 2018 para dar apoyo a las tareas de la policía.