"Esto nos parece una polémica bastante menor", señaló la ministra vocera del Gobierno, Paula Narvaéz, en una conferencia de prensa para aclarar la situación.
Por ello, Narváez aclaró que el costo del vuelo se enmarcó dentro de un "plan anual" que el Gobierno posee junto a la Fuerza Aérea de Chile, donde los costos de los viajes presidenciales "ya están contemplados".
"La presidenta Bachelet va a poner siempre el interés del país por sobre cualquier otra cosa, y por lo tanto, con ocasión de ese viaje, la presidenta se reunió con el gobernador del Estado de São Paulo, por un acuerdo firmado el 31 de agosto pasado de colaboración", explicó.
Desde la derecha, algunos líderes y representantes criticaron el viaje de la mandataria y el costo que este habría significado para las arcas fiscales.
"En un país que está con problemas económicos, darse el gusto de ir a ver a la selección en el avión presidencial me parece que es un lujo y en las condiciones actuales del país no corresponde", señaló la senadora de derecha Jaqueline Van Rysselberghe a Radio Cooperativa.
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A su vez, diputado derechista y candidato presidencial José Antonio Kast señaló al mismo medio que el viaje fue un "capricho de la presidenta".
"Fue un abuso y un despilfarro inaceptable (…) ojalá devuelva hasta el último peso que se gastó", dijo.
La presidenta Bachelet fue invitada por la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile para asistir al partido entre Chile y Brasil por las clasificatorias para el Mundial de Rusia 2018.
En el Estadio Allianz Parque de São Paulo la mandataria vio el encuentro junto a su ministro de deportes, Pablo Squella y al embajador de Chile en Brasil, Jaime Gazmuri.
