"El apalancamiento de Odebrecht respondía a la lógica de vamos a tener una compañía competitiva en ingeniería de obra civil para que no vengan las grandes compañías alemanas o británicas o francesas a construir toda nuestra infraestructura", comentó el experto, participante del Tercer Foro Internacional 'Rusia e Iberoamérica en el Mundo Globalizado: Historia y Perspectivas' que tiene lugar en la ciudad rusa de San Petersburgo.
Según Bleier, esta estrategia fue "un intento de digitar beneficiarios y perdedores para tener un capitalismo nacional".
Bleier expresó su convicción de que este escándalo conviene ante todo a las empresas competitivas de los países capitalistas.
"¿Eso quiere decir que la corrupción puede ser legítima? ¿Que vaya Odebrecht y coimée funcionarios públicos para que en todos los países de América del Sur les den las obras a ellos?", cuestionó el experto, que explica que no les sirvió de nada.
Para Bleier, se trata de algo más fácil de decir que de hacer.
"No tenemos los mismos niveles de financiación en las universidades para la formación de los ingenieros en América del Sur que las que tienen en Europa desde hace 300 años por disponibilidad de capital, el capitalismo funciona así, mientras más disponibilidad de capital tienes, más capacidad competitiva tienes", constató.
Como alternativa planteó la posibilidad de "jugar con reglas de juego más transparentes, decir por ejemplo, vamos a apalancar a Odebrecht, y punto, como hicieron los chinos".
De tal modo, según Bleier, "surge la impotencia competitiva, la que explica los fenómenos de corrupción, los fenómenos de descomposición, los fenómenos de alianzas riqueza-política capitalistas tecnoburócratas, porque responden al impulso de resolver rápido problemas de competitividad, y no se resuelven así".
"¿Cómo se resuelven?", se cuestionó, para alegar inmediatamente: "No tengo la respuesta".
"La única respuesta posible sería un altísimo nivel de integración regional hecho con una sofisticación de una ingeniería jurídica que todavía no hemos logrado y que va a ser difícil de lograr porque hay grupos de privilegio de América del Sur que están atados a intereses imperialistas, y eso no ayuda", concluyó.
Patrocinan el Foro el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, el Gobierno de San Petersburgo, el banco Santander y el Fondo "Foro Económico Internacional de San Petersburgo".