El mandatario agradeció "el apoyo de las Fuerzas Armadas por el sismo reciente" en el plan activado para desastre nacional (DN-III), tanto el 19 de septiembre de 1985, como en el sismo del 7 de septiembre pasado que sacudió el sur del país latinoamericano.
En un acto junto con su Gabinete de Seguridad Nacional y directivos de la Cruz Roja de México, entre otras instituciones de socorro, el mandatario encabezó la ceremonia oficial en la Plaza de la Constitución (Zócalo), donde en señal de duelo izó la bandera de México a media asta por las víctimas del terremoto de 1985 de magnitud 8,1, y también del sismo de este mes.
Aunque las cifras oficiales nunca se conocieron, hace más de tres décadas los cuerpos de socorro las cifraron en más de 20.000 vidas perdidas, aunque algunas instituciones las elevaron después a 30.000 personas fallecidas, Peña Nieto dijo en la ceremonia que "más de más 10.000 personas se estima que perecieron en ese trágico temblor".
A las 11.00 hora local (15.00 GMT) las autoridades federales y de varias capitales del centro y sur del país realizaron un "macrosimulacro" con un modelo hipotético de terremoto de magnitud 8 localizado a 28 kilómetros de la localidad de Tecpan, en el estado de Guerrero, a menos de 400 kilómetros de la capital.