"Jorgue Noguera Cotes, exdirector del #DAS (2002-2006) fue condenado a 7 años, 10 meses y 15 días de prisión por concierto para delinquir", informó en su cuenta de Twitter una de las víctimas de tales actos, el periodista y político Hollman Morris.
Jorgue Noguera Cotes, exdirector del #DAS (2002-2006) fue condenado a 7 años, 10 meses y 15 días de prisión por concierto para delinquir. pic.twitter.com/ycdKSmPZDt
— ColectivoDeAbogados (@Ccajar) 11 de septiembre de 2017
Noguera fue responsable de las escuchas y seguimientos ilegales que llevó a cabo el DAS, disuelto años más tarde, mediante un grupo especial conocido como G-3.
"Lo expuesto deja al descubierto la conducta ilícita de Jorge Noguera, quien en su condición de director del DAS a través de la dirección general de inteligencia y el G-3 dirigió y encabezó una organización criminal conformada por miembros de ese organismo en marzo de 2003, la cual bajo la apariencia de adelantar labores de inteligencia estratégica, interceptó comunicaciones privadas con los equipos de la entidad y llevó a cabo seguimientos pasivos y patrimoniales, por fuera de la ley", dice el fallo de la Corte Suprema, citado por el periódico El Espectador.
Entre las organizaciones de derechos humanos que acabaron siendo víctimas del DAS se cuentan por lo menos 20, entre ellas el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, la Red Nacional de Iniciativas por la Paz, el Centro de Investigación y Educación Popular, el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, el Instituto de Estudios para el Desarrollo de la Paz y la Asociación Colombiana de Abogados Defensores Eduardo Umaña Mendoza.
Noguera, quien fue gerente general de la campaña electoral de Uribe en 2002, fue condenado en 2011 a 25 años de prisión por concierto para delinquir agravado y como autor mediato del asesinato en 2004 del catedrático y sindicalista universitario Alfredo Correa de Andreis, asesinado por paramilitares.
En ese fallo, la Corte lo condenó asimismo por destruir y ocultar documentos públicos y por revelar asuntos secretos, considerándolo responsable de que el DAS terminara infiltrado por grupos paramilitares de extrema derecha.
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En su fallo del 11 de septiembre, la Corte ordenó asimismo indemnizar a las víctimas de los espionajes, seguimientos y acosos dirigidos desde el DAS.