Esa delegación, "en cabeza de su jefe negociador, Juan Camilo Restrepo", rechazó a través de un comunicado "el más reciente atentado perpetrado por el ELN al oleoducto Caño Limón Coveñas" en la localidad de El Cajón (noreste, fronteriza con Venezuela).
"El hecho produjo caída de crudo en las quebradas La Virgen y El Carmen", señaló la estatal en un comunicado, y detalló que tan pronto se detectó una baja "de presión en el sistema, se suspendió el bombeo en el oleoducto".
Al respecto la delegación de paz del Gobierno se solidarizó "con las cerca de dos mil personas de esta zona del departamento de Norte de Santander, afectadas nuevamente por un ataque de este tipo (…) y espera que los graves daños ambientales causados puedan ser solucionados lo más pronto posible".
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El acueducto que surte a la población debió ser cerrado por la contaminación del agua con crudo, por lo que los habitantes reciben el líquido a través de vehículos cisterna.
Asimismo, agregó que este evento ilustra la necesidad de que, en caso de llegar a un cese al fuego bilateral con el ELN, "es indispensable que cesen las hostilidades contra la población civil no combatiente".
Las delegaciones de paz del Gobierno de Colombia y del ELN anunciaron el 28 de agosto en Quito, Ecuador, que trabajan para lograr un cese del fuego bilateral temporal que podría anunciarse el viernes, cuando termina el tercer ciclo de diálogos, y que serviría de antesala a la visita del papa Francisco al país, el próximo 6 de septiembre.
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Sin embargo, el 29 de agosto el arzobispo de Cali (suroeste), monseñor Darío de Jesús Monsalve, reveló que de no llegarse a un cese del fuego bilateral, esa guerrilla lo anunciará de manera unilateral el fin de semana, para lo cual se alista una comisión verificadora internacional.
